El adolescente y el sexo

“La maduración es un proceso que requiere de un periodo de varios años para llevarse acabo. No se trata de que hoy estemos frente a un pequeño niño y al día siguiente frente a un hombre maduro. Los cambios se presentan en forma tan gradual, que aun el niño puede no darse cuenta de las primeras etapas de su crecimiento.”

Hoy en día no es ningún secreto el funcionamiento de cada parte de los aparatos reproductores tanto del hombre como de la mujer, debido a esto existen personas que dicen que el sexo es solo para perpetuar la especie, tal y como lo hacen los animales, pero la verdad es que la sexualidad es mucho más que in instinto. Es necesario entender que la sexualidad es una actividad en la cual intervienen sentimientos. Solo es instintiva la capacidad de excitación sexual y el orgasmo. Los patrones sexuales son hábitos que se adquieren y que tienen diferencias individuales, en función de las características personales, la experiencia previa y el ambiente cultural en que se desenvuelve el individuo.

La sexualidad forma parte del desarrollo normal del niño y el adolescente. Desde la infancia, el niño experimenta sensaciones placenteras al tocarse, al ser acariciado y besado, y observa las expresiones de afecto y las actitudes sexuales de los adultos que le rodean, que en ocasiones trata de imitar.

Durante el periodo prepuberal se establece la identidad sexual y el niño continuo recogiendo información sobre la sexualidad a partir de los amigos, los maestros y la familia. En esta etapa el niño puede desarrollar una actitud negativa hacia la sexualidad si descubre que los adultos evitan hablar de las partes de su cuerpo relacionadas con la sexualidad, las describen con eufemismos o rechazan cualquier tipo de conducta relacionada con el sexo, incluidas las que el niño puede manifestar espontáneamente, como la erección

Al iniciarse la pubertad aumenta la preocupación por la sexualidad. En la primera etapa de la adolescencia es frecuente la masturbación y las fantasías sexuales, en ocasiones con compañeros del mismo sexo, motivando dudas sobre la orientación sexual, con ansiedad y sentimientos de culpa. La masturbación es más frecuente en los chicos que en las chicas y generalmente está motivada por la curiosidad y el deseo de disfrutar un placer intenso. Más adelante puede ser vivida como una descarga de ansiedad o de tensiones.

En la adolescencia suelen producirse los primeros contactos físicos (besos y caricias) como una forma de exploración y aventura y en la adolescencia tardía habitualmente se inician las relaciones sexuales. A diferencia del adulto, la actividad sexual del adolescente suele ser aislada, con periodos prolongados durante los cuales el adolescente permanece en abstinencia. Muchos adolescentes mantienen lo que se denomina una "monogamia seriada", con enamoramientos intensos y apasionados, pero de duración más corta que la del adulto. Son más frecuentes las disfunciones sexuales, que pueden guardar relación con: temor al embarazo, a ser descubiertos, conflictos de conciencia o actuar bajo presión de la pareja. También influyen las condiciones en que muchos adolescentes mantienen relaciones sexuales, de forma incómoda y rápida.

Existen varios factores que influyen en la conducta sexual de los adolescentes por ejemplo, un sentimiento de invulnerabilidad en el cual los jóvenes sienten protegidos y creen que no les puede pasar nada malo, que les pudiera ocurrir a los demás. Muestran además una tendencia imitar las conductas adultas que ven a menudo en los medios de comunicación, los cuales les muestra el sexo como mera diversión. Actualmente los jóvenes cuentan con una mayor libertad sexual que no se compara en nada a la forma en que vivieron la adolescencia las generaciones anteriores, lo cual es preocupante ya que los jóvenes cada vez se vuelven más precoces en cuanto al inicio de su actividad sexual.

Los jóvenes que se encuentran teniendo relaciones en estos días tienen diversas razones para hacerlo, tal y como lo explique anteriormente, muchos de ellos lo hacen solo por imitación o por diversión, aunque no todos lo hacen por estas razones, además están de por medio los sentimientos que tenga la persona y esto se ve más en las muchachas que en los hombres, ya que para muchas de ellas, el tener sexo no es lo principal, sino el amor.

El que los adolescentes inicien muy temprano su actividad sexual, puede llevarlos a que estos contraigan infecciones de transmisión sexual, que entre muchas, la más alarmante para la sociedad en general y no solo para los jóvenes que se vieran involucrados con la enfermedad, es sin duda alguna, la posibilidad de contraer SIDA. Para esto se han implementado campañas para tratar de que los jóvenes hagan conciencia y si empiezan a tener relaciones sexuales a temprana edad se cuiden de contraer esta mortal enfermedad.

En adolescentes sexualmente activos hay que realizar anualmente una citología vaginal, un VDRL, pruebas inmunológicas para detectar Clamidia y cultivo de gonorrea. En los adolescentes que tienen una conducta sexual de riesgo (relaciones sexuales con múltiples parejas, intercambio de sexo por dinero o drogas) también se deben determinar los anticuerpos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y los anticuerpos del virus de la Hepatitis B, si no está vacunado. Debido a las enormes implicaciones sociales y sanitarias de un resultado positivo en la prueba del VIH, se recomienda que esta prueba se realice de forma confidencial y después del consentimiento del adolescente.

Se han llevado acabo muchos debates acerca de la sexualidad en los jóvenes. Acerca de si se debe promover la abstinencia para los adolescentes y aunque seria la mejor manera de evitar toparse con un embarazo no deseado o de infectarse con alguna enfermedad de transmisión sexual, la realidad es que muchos jóvenes no hacen caso a esa recomendación.

Dentro de la educación sexual que se les da a los jóvenes que están cerca de iniciar sus relaciones sexuales o que ya las están teniendo, es aconsejable que se considere la abstinencia como una opción viable, lograr que se posponga el inicio de actividades sexuales en aquellos que aun no lo hacen y sobre todo que la educación sexual se dé de una forma responsable.

Aquellas personas que vallan a entregar la educación sexual a los jóvenes, que podrían ser los padres de familia, maestros o médicos, deben de contar con ciertas habilidades como poder ponerse al nivel del alumno y no manejar conceptos tan elevados para que este pueda entender con mayor facilidad. Deben procurar que la vida sexual que estos lleven no se vea involucrada con el adolescente ya que este se puede sentir deseoso de imitar el comportamiento del educador. Además deben de estimular la igualdad de género y no enseñarle a rechazar o reprimir las conductas que tradicionalmente se tienen catalogadas para hombres o para mujeres ya que cada día, hay menos conductas propias de cada sexo.

Una estrategia poco utilizada pero eficaz es la de utilizar a los mismos adolescentes (ya informados) para llevarles la educación sexual a los demás, lo cual ayuda mucho ya que entregan la información de una forma en que la pueden entender fácilmente, la información, al venir de un compañero, se vuelve más creíble y además estos jóvenes educadores podrían servir como un modelo positivo para sus compañeros.

La escuela puede ser un lugar adecuado para informar y educar sexualmente a los alumnos, ya que permite acceder a un elevado número de jóvenes, antes de que inicien una conducta sexual de alto riesgo, que una vez que la inicien seria muy difícil de modificar.

Las características que valoran los adolescentes son la belleza, la voluptuosidad, la sensibilidad, la prisa que entre otros provocan a menudo angustia por lo impuro de sus deseos como si el instinto sexual normal no fuera la misma pureza. Es característica de la adolescencia la búsqueda del amor platónico, ensoñado, inalcanzable con el que cada noche nos acostamos bajo la eterna complicidad de las sábanas. En esta etapa se logra el primer amor real, pues se busca, por las características internas y estéticas de la pareja, el bienestar del otro; en esta etapa se une el deseo sexual al amor, comprendiéndose el acto sexual como una expresión de éste.

Algunos sostienen que las diferencias de carácter entre hombres y mujeres son producto biológico innato, pero el proceso de socialización es responsable de la adquisición, formación y desarrollo de la mayoría de los roles sociales, incluyendo los sexuales. Los principales agentes de socialización que influyen en la identidad sexual alcanzada son la familia, los medios de comunicación, el grupo de pares y el sistema educativo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOOOOOOOOOOOORALE